Es la ciencia oculta de la odontología y se encarga de tratar todas las afecciones que se pueden generar con los procesos de agresión de la pulpa dental “nervio” producidos por la caries dental o el trauma dentoalveolar.

 

¿Cuándo es necesaria?

Se utiliza cuando la pieza dental está afectada internamente. Existen multitud de factores que pueden producir inflamación pulpar, y por lo tanto, requerir este tratamiento.

 

Entre todos ellos, destacan:

  1. Pérdida del tejido dental: por erosión, roce o desgaste de los dientes debido a enfermedades, bacterias, tóxicos o tratamientos agresivos que minen la superficie del diente y lo deje expuesto y débil.
  2. Traumas o golpes en dientes o mandíbula.
  3. Caries que alcanzan el nervio pulpar.

Deberemos someternos a una endodoncia si nuestro diente se decolora o se oscurece, si aparece dolor ante estímulos fríos o calientes, si sentimos dolor al masticar, si se nos hincha el rostro.
Debemos tener en cuenta que si no realizamos el tratamiento, además de soportar estos inconvenientes, la pieza perderá sujección y caerá. Incluso la infección podría extenderse a las demás piezas.

 

¿Cómo es el proceso?

El tratamiento de endodoncia se puede realizar en una o dos visitas. En primer lugar, el endodoncista examina las radiografías del diente y luego administra anestesia local.
Después de que el diente esté adormecido, el endodoncista hace una abertura en la corona del diente. Con la utilización de instrumentos pequeños, se limpia la pulpa y los conductos radiculares brindando espacio para llenar. Después de que el espacio se limpia, el endodoncista llena los conductos con un material biocompatible, por lo general un material similar al caucho llamado gutapercha. La gutapercha se coloca con un cemento adhesivo para asegurar un sellado completo de conductos. En la mayoría de los casos, se coloca un
relleno temporal para cerrar la abertura.
Una vez realizada la endodoncia, usted debe volver a su dentista para que proteja y restaure el funcionamiento del diente mediante la colocación de una corona u otra restauración.